
Todo ser vivo posee una capacidad innata de comunicación con el resto, el intercambio de información sucede en la tierra a cada segundo, muchas veces de forma imperceptible, pero simbiótica entre los seres que la habitamos. En los últimos años la consciencia sobre esta cadena de conexiones que se establece en un entorno ha aumentado, gracias a ello, hemos desarrollado nuevos diálogos que atraviesan la esfera humana adentrándonos en una total interrelación entre la Tierra y todos los elementos que la componen.
Uno de estos lenguajes es el Arte Ambiental, también denominado Arte ecológico.
Este tipo de expresión artística tiene su origen en el Land Art, desarrollado en los movimientos ecologistas del años 60. Trata de presentar nuevas formas de entender la naturaleza y el entorno a través de obras de arte centradas en una temática ecologista o sobre el medio ambiente creadas únicamente con materiales presentes en las zonas donde se producen las mismas.
Este tipo de obras tienen como objetivo la vinculación entre el humano y la naturaleza de la cual es parte, por esta razón todas ellas abren diálogos en cuanto a problemas o desfases entre el ritmo de desarrollo real y el ritmo de desarrollo potencial de nuestra sociedad, reivindicando la necesidad de sincronización y fusión con el resto de elementos que nos rodean e influyen.
Dentro de este tipo de arte se encuentran diferentes disciplinas como la fotografía, pintura, escultura, teatro o danza. Existen numerosos proyectos y artistas creadores de estos espacios de transmisión, aquí tan solo unos pocos ejemplos que nos han fascinado:
Abigael Winsvold and Victoria Gulliksen, dos mujeres que en 2015 inspiraron y comenzaron la misión de esta red colaborativa noruega compuesta por artistas, activistas y cualquier persona dispuesta a colaborar en el desarrollo de un futuro sostenible. Basada en la colaboración transversal de diferentes artistas y artesanos locales, Acting for Climate no es sólo un movimiento, sino también una mentalidad. Una labor interdisciplinaria desarrollada a través del desafío de los métodos y expresiones de las artes escénicas contemporáneas.

Bajo el objetivo de investigar, crear y producir piezas artísticas y musicales. Desde su fundación en 2001 este colectivo madrileño se ha centrado en los procesos productivos, la generación de desechos que éstos implican y las posibilidades creativas que suscitan estas coyunturas contemporáneas. Su ambicioso objetivo pasa por el descubrimiento y erradicación de residuos en lugares donde no sería tan obvio hallarlos, estudiando la basura en todos sus formatos.

Escultor y arquitecto ambiental, utiliza cada emplazamiento donde coloca sus obras para crear una interrelación entre el espectador y el entorno natural que le envuelve, una nueva perspectiva a partir de obras bio escultóricas o simulaciones de nuestros desafíos con la Tierra, cuyo mensaje se convierte en espejo de lo que cada persona está dispuesta a hacer por el cambio.

Artista y creadora creativa, ya que no sólo refleja su activismo medioambiental en sus trabajos como fotógrafa sino, que lo traslada hacia ámbitos como la administración y dirección de empresas. Irene Sanfiel -la mujer detrás de la mano de Zireja- transforma valores como la sostenibilidad desde la práctica profesional, el respeto y los cuidados a uno mismo, a las personas y a todo el proceso artístico, en creaciones donde se deducen el activismo medioambiental y en la recuperación y visibilización de saberes del ámbito rural.
Todos ellos crean nuevos diálogos, canales de comunicación con el entorno disponibles, en todo momento para cada uno de nosotros, por ello queremos que le des la oportunidad a la Tierra de hablarte. Solo mira, escucha y responde.
*Foto de cabecera: Kiki Collagist (artista collage) en Etsy
Escrito por: María Álvarez Miguélez